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El hijo del dueño de la fábrica es el encargado de hacer las entrevistas laborales a las supuestas futuras secretarias del padre. El joven, con apenas 21 años lo único que quiere es follar y pasársela en grande por eso les dice que el puesto será de cada una de las jovencitas que entrevista solo que el único requisito es saber qué están dispuestas a entregar para ganarse el lugar.
Muchas no aceptan nada porque dicen que tienen una hoja de vida intachable donde demuestran conocimiento y experiencia en diferentes ámbitos laborales. Otras masturban al joven dejando que la leche caiga en la alfombra, otras guarras demuestran ser un poco más atrevidas y le dan buenas mamadas y le pasan su teléfono para futuros encuentros.
Sin embargo todo cambiaría cuando una chica de apenas 18 años llegó para apoderarse del lugar dejando que el hijo del dueño use su culo y disfrute del mejor sexo anal que jamás recibió, incluso no es del que él ve comúnmente en Petardas y Rubias19.